pertenencia, siempre requiere de una cuota de iniciativas creadoras
que toquen las fibras de la sensibilidad humana. Siempre he celebrado
como digno a tener en cuenta por parte de las secciones sindicales,
cómo tienen en cuenta las celebraciones de los cumpleaños de cada uno
de los obreros. De hecho me remito a ejemplos como las trabajadoras
de la Biblioteca Municipal Aide Santa Maria Cuadrado de Chivirico
quienes ya han prefijado entre sus tareas básicas la colecta mensual
del fondo para estimular a quienes alcanzan su onomástico. No hay una
que quede sin el debido presente, una muestra de solidaridad y amor
para con los demás.
Hechos como estos en verdad calan en los sentimientos, tan sólo
cantarle un felicidades que salga con amor desde las gargantas de cada
uno de sus compañeros es un gesto que llega. Así lo pude contactar
recientemente cuando en la emisora Radio Coral, los compañeros de
labor hacíamos un coro y homenajeábamos a Chachi. La sorprendimos y
ella apenas pudo sustraerse de la emoción. En sus ojos, humedecidos
por el motivo forzado, quisieron evadir lo sensible del acto pero le
fue imposible.
Una foto, Una pequeña torta con excelente merengue, un refresco y
golosinas siempre pueden estar al alcance para organizar el tributo.
Pregúntenle a Chachi si ese simple gesto le llenó o no?.
Y la crónica no solo busca promover acciones como estas sino, que se
generalicen en otros colectivos de trabajo porque estamos necesitados
de rescatar valores que están en crisis y no porque estemos en medio
de situaciones económicas que limiten el alcance de recursos sino,
porque no nos proyectamos en gestarlas.
No hay que asistir a una Iglesia para aprender a que debemos amar a
nuestros semejantes, lograr con acciones concretas que èl nos asimile
bien.
Aprendí que casi siempre estamos en grupos pero para gestar un
colectivo se necesitan juntar cualidades, promover reglas, incentivar
el intercambio, las buenas relaciones humanas. De eso carecemos y son
aspectos subjetivos que pueden estar al alcance de todos.
Y no se trata de filosofar o de querer aplicar formulas como las que
siempre nos reclama Calviño, el psicólogo que en la TV Cubana nos
enseña, no. Es de conducir hacia mejores y útiles maneras de enfrentar
la vida en donde màs tiempo permanecemos, en nuestros centros de
trabajo.
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