amparado por el decreto ley 259 en calidad de usufructo, ha tenido una
tendencia a ser aprovechadas mayormente para la atención a ganado
mayor, luego a los cultivos varios y en orden de utilidades a ganado
menor, café y forestal respectivamente.
Al conversar con Nicomedes Garzòn Almentero, subdelegado de la
agricultura en Guamá, el nos refiere que en principio hubo posiciones
reacias y de resistencia pero dado a un fuerte trabajo político e
ideológico con las personas jurídicas y naturales interesadas, se
logró llegar a ocupar 6 mil 334 hectáreas de 8 mil 663 reportadas por
la entidad de Geocuba.
Es interesante que, dadas las características complejas que tiene el
régimen de lluvias en esta parte de la sierra Maestra, la fuerte
erosión de los suelos y hasta las pronunciadas pendientes de los
terrenos, la mayor parte de los usufructuarios se han inclinado hacia
la tenencia de ganado mayor y no a los cultivos varios como se esperaba.
Aprovechar las tierras cultivables en Guamá obedece a una estrategia
nacional de aumentar los índices de producción de alimentos. Este
territorio tiene características topográficas muy singulares que hacen
que este proceso en una primera etapa haya tenido lentitud pero, la
respuesta ya se hace sentir por parte de las entidades Estatales como
los particulares, estos últimos con mejores resultados aunque parezca
paradójico.
Ha sido necesario insistir en la necesidad de que haya una cultura
sobre lo que establece el decreto ley 259 en sus artículos 2, 3 y 4 a
fin de evitar inadecuadas interpretaciones.
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