del municipio Guamà", así referían varios combatientes que tuvieron
con èl en el combate del Uvero ocurrido el 28 de mayo de 1957 cuando,
al comenzar el tiroteo, dos balas alcanzaron su cuerpo. Una en la
pierna y otra en el lado izquierdo del pecho, a la altura de el
corazón pero, esta última, , dio la casualidad que tenia una
cuchara dentro del bolsillo de su camisa y evitó que el proyectil
siguiera su curso y penetrara hasta el vital órgano que continuó
latiendo hasta el 12 de septiembre del 2009.
Juan Almeida fundó el Tercer frente de Guerra Mario Muñòz Monroy y; en
Chivirico, tierra que pertenece a esa jurisdicción demarcada por los
Rebeldes entonces, los pobladores de acá rindieron un cálido tributo a
quien albergó importantes valores como ser humano que le distinguieron
entre sus compañeros de lucha. ¡Almeida muy sensible ante los
problemas de los demás!. ¡Almeida muy corajudo, de ahí la celebre
frase histórica: ¡Aquí no se rinde nadie! cuando todo parecía indicar
que los pocos hombres que quedaban eran incapaces de continuar la
lucha en momentos de seria amenaza para sus vida.
La modestia, la sencillez en sus actuaciones, la alta sensibilidad
artística al extremo de estar registrado como uno de los más grandes
creadores de canciones en Cuba con más de trescientas resultan
atributos resaltados en este día de duelo nacional.
Imágenes conmovedoras se trasmitieron a través de la Televisión en
Cuba cuando Raùl Castro Ruz, presidente del Consejo de Estado y de
Ministro de este país, junto a familiares de Almeida, depositaba una
ofrenda en las honras fúnebres realizada bajo el memorial a José
Martí en ciudad de la habana.
Estas y otras referencias, como la de que en Cruce de Los Baños, muy
cerca de acá de Chivirico serán depositados los restos de Almeida,
resultaron alusiones por quienes desfilaron frente a la foto de este
hombre héroe de la república de Cuba, uno de los pocos comandante
históricos de la revolución que presidian cada jornada de lucha y
victoria en la gran batalla de ideas que libra este pueblo cubano.
A èl, nuestra veneración.
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