lunes, 21 de mayo de 2012

Alternativa contra huracanes.


Sonador, Chivirico, Guamà. - La construcción de bohíos vara en tierra, una construcción rústica muy de moda en los campos cubanos de antaño, emergen hoy como resguardo de bienes ante la amenaza de ciclones tropicales, en esta provincia, blanco frecuente de esos fenómenos meteorológicos.

En comunidades montañosas de Guamà tras el paso de los huracanes Gustav e Ike se indicó el incremento de los mismos en las zonas rurales, como método de protección de las personas y sus bienes por su probada resistencia a los vientos.

Levantados a escasos metros de las viviendas de los campesinos, actualmente se extienden a la totalidad de los consejos populares, como una de las acciones para reducir la vulnerabilidad del territorio y más en momentos donde con el ejercicio meteoro 2012 se viabiliza por la Defensa Civil su construcción.
En una ocasión estuve en la comunidad de San Josè y uno de los pertenecientes a la familia de los Santiesteban me dio testimonio en ver cómo ante los embates de un fuerte ciclón, pudo apreciar cómo el resto de las viviendas se iba a bajo y su vara en tierra resistía ante  el impacto de fenómenos hidrometeorológicos.

“Mi familia por tradición ha tenido bohíos vara en tierra, mi abuelo los empleó y mi padre también, de ellos aprendí la utilidad que tienen, y los hemos aprovechado  para guardar semillas, abonos, equipos electrodomésticos y hasta pusimos una cama para los muchachos”, manifestó.
Para estos días hemos visto cómo los efectivos de la Defensa Civil en Guamà insisten en que una vez construidas estas pequeñas casitas que emergen casi desde el suelo, en forma de pirámide, con una estructura aerodinámica que permita romper el efecto del viento, deben ser usadas sistemáticamente para que, una vez penetrada la afectación climatológica, no contengan dentro animales perjudiciales al ser humano, entre ellos majaes, arañas, alacranes y otros que amenazan su seguridad física. Se entregan por la defensa civil niveles de clavos y puntillas para adelantar su construcción pero existen experiencias que para ello sólo se necesitan bejucos de texturas resistentes que pueden durar hasta veinte años.


Desde entonces estas rústicas edificaciones  ganan espacio en los campos guamenses porque a su probada resistencia se une la poca cantidad de recursos necesarios para su ejecución. Y aunque para la presente temporada ciclónica no se vaticinan hechos extraordinarios como en otras, asumir la construcción de estos bohíos será una alternativa