millón de latas del aromático grano en la década del setenta cuando el
promedio de café oro por caballería ascendía a más de setenta
quintales por cada área de referencia.
Los campesinos de experiencia como Alberto Martínez Segura, de la zona
intrincada de El Codillo en el Consejo Popular de Chivirico, reconocen
que una de las razones por la cual el café no está rindiendo lo que se
espera, no sòlo porque el régimen climático ha cambiado sino porque
las atenciones culturales al cultivo no responden a las exigencias de
esta planta.
Alberto tiene más de setenta años viviendo en estas lomas. Vaticina
que aunque la sequía este año es extrema, no ha afectado a la
floración del café. Êl es de los que tienen bajo su esquema productivo
una caballería de café.
Para la venidera contienda ya se alistan los recursos y soportes
industriales que garantizarían enfrentar las necesidades. En la propia
Unidad Básica Industrial cafetalera de El Codillo, el jefe de la
misma, Julio Martínez nos muestra cómo a partir de una estrategia
local se fabrican aquí las canastas, aparejos para las arreas de mulos
y, se acondicionan los albergues para los recogedores movilizados.
"Todo pinta a favor de una buena cosecha este año", es la expresión de
quienes han visto que los indicadores del café se muestran
alentadores. No faltan los escépticos que, a sabiendas de que cada año
pasan por acà fuertes huracanes en el área del Caribe, planifican un
elevado porciento de perdida de café goteado dada esas inclemencias
meteorológicas. No obstante, además de asegurar los cultivos para que
económicamente no ocurran fugas en las erogaciones financieras, se
plantean estrategias que minimizarían las posibles afectaciones por
ese concepto.
El café es en Guamà el principal renglón económico. En estas montañas
"jamás se renunciaría a este empeño de lograr uno de los mejores café
de Cuba, el llamado Cristal Montain obtenido de elevaciones que
superan los seiscientos metros de altura sobre el nivel del mar.
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