lunes, 13 de abril de 2009

reaniman planes asistenciales las montañas de Guamà.

Chivirico. 14 de abril del 2009.
"Subir montañas hermana hombres", es una máxima del pensamiento
martiano que se pone de manifiesto en los planes asistenciales a las
comunidades serranas del municipio Guamá en la provincia Santiago de
Cuba donde se unen los servicios de diversas entidades y, en común,
aprovechan transportaciones colectivas aseguradas por el gobierno para
facilitar que los moradores de esas zonas de difícil acceso puedan
sentirse estimulados.
Esta vez la incursión fue en las inmediaciones de El Codillo a, unos
quinientos cincuenta y siete metros sobre el nivel del mar en el
Consejo popular de Chivirico. Los moradores de el lugar esperan la
ocasión con entusiasmo. Ensillan su caballo con la mejor montura,
galantean el animal como gesto de atención esmerada a su "monta". Ese
día de alegría gastan sus "quilitos" en adquirir una buena frazada
para enfrentar las bajas temperaturas en estos parajes, consumen la
exquisita y espumosa "fría" que a penas ven si asisten a restaurantes
del litoral costero. Bailan con el ritmo de agrupaciones profesionales
cuyos costos lo asumen fondos estatales del sectorial de cultura. Es
un día de lujo.
Escenas como las descritas para el periodo recorrido en el presente
año la han experimentado comunidades como Santa Rita, Aguacate, La
Magdalena, Pinar de las Canas, El Madrugón y otras que en número que
supera las veinte sentirán igual o mejor placer.
Es un esfuerzo que realiza el Estado Cubano por devolverle a los
habitantes de las montañas momentos de sano esparcimiento en aras de
atender, dentro del programa del Plan Turquino, las necesidades de
quienes, desatendidos en un momento del periodo especial comenzaron a
bajar hacia el llano en éxodo que ahora se detiene con las políticas
y estrategias nacionales de proteger esas zonas de geografías complejas.
En verdad sentí que las lomas de Guamá se animan, recobran el espíritu
de fiesta y deseo de trabajar de los campesinos que la habitan. La
vida acà coge el ritmo normal que muchos reclamaban desde hace "buen
tiempo".
Es un reportaje de Benigno Rodrìguez Torres.


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