NO DESAFIAR A LA NATURALEZA.
Por: Benigno Rodríguez Torres.
Para estos días en ocasiones, y sobre todo víspera al fin de año, vimos el mar acá en esta parte de Guamá un tanto revuelto, algo que sin lugar a dudas es desfavorable para los pescadores pues, la fuerza de las corrientes marinas pudieran resultar fatales para quienes se disponen a arriesgar sus vidas en el empeño de encontrar un buen ejemplar que pudiera satisfacer sus necesidades.
Los hay que les gusta las aventuras y desafían a la naturaleza y a su propio destino. Acá en Guamá no pocos pescadores han zozobrado en la difícil misión de, con una embarcación en no muy buenas condiciones, adentrarse al inmenso mar para obtener de éste el "premio" que le devuelva la felicidad al llegar de regreso a tierra.
Historias muchas de quienes confían en su "resguardo sobrenatural" y han podido contar aventuras espeluznantes. Escuché para estos días de quienes han visto en medio del mar olas de hasta veinte metros de alto cuyas embarcaciones las han sobrepasado milagrosamente. De quienes han improvisado balsas para pescar y poder enfrentar con estos artefactos los más complejos vaivenes del mar.
La pesca, como cualquier oficio, tiene normas a cumplir, y de violarse, los riesgos serian muy grandes. Es como cuando un electricista se equivoca al operar una línea de alto voltaje y no cumple las normas de seguridad.
Felicidades a quienes han podido contar las historias luego de las amenazas del mar. En una ocasión les puse a ustedes la historia de los pescadores de la zona de Aserradero que estuvieron siete horas flotando en el mar luego que un tiburón les volteara su "Chernera" cuando arponearon al ejemplar marino.
Ellos sí contaron las historias. Y el susto fue tan grande que exigieron a la empresa pesquera que los atiende, no pescar jamás en el arte del palangre con embarcaciones que no cumplan los requisitos para esos menesteres.
Es triste saber que un familiar se pierda en el mar y más a sabiendas de que, éste salió a luchar la vida para él y sus familiares, para darles de comer y para vestirlos y el resultado no fue feliz en la jornada.
Hay quienes dicen, "quien no se arriesga no triunfa pero todo proceso tiene su margen de seguridad y estos márgenes debemos calcularlos cuando asumamos un propósito de esta naturaleza.
El consejo les va ahora por la naturaleza propia del ser humano. Debemos querernos, amarnos y protegernos. Nunca es tarde para reflexionar y aconsejar. En los próximos días les haré una historia con todos los detalles de lo que significa desafiar a la naturaleza.