Chivirico. 26 de febrero. Una de las conquistas de la Revolución
Cubana es la calidad y excelencia en el servicio a las embarazadas.
Pude corroborar la afirmación cuando asistí al Hogar Materno de Cañizo
en el Consejo Popular de Caletòn Blanco en el municipio Guamá a 29
kilómetros de la ciudad de Santiago de Cuba.
Conocí un "caso especial" de una joven que, aún y cuando la naturaleza
la había limitado en sus funciones motoras para la locomoción,
completamente paralítica en las extremedidades inferiores, tuvo un
embarazo que, diagnosticado por los especialistas tiene un desarrollo
normal en su interior.
Oraika Nùñez Bruzòn decidió, por propia voluntad, asumir la difícil
misión natural de dar a luz una criatura. Las autoridades de salud han
priorizado sus atenciones; al extremo que, su permanencia en la zona
de El Cuero donde ella radica ya fue interrumpida porque le
advirtieron un posible bajo peso y se hace necesario suministrar un
balance alimenticio que permita proteger al bebé y la madre en el
Hogar materno.
La instalación donde ahora permanece ella, tiene excelentes
condiciones para que disfrute a plenitud su embarazo. El Hogar
materno de Cañizo antiguamente era una casa decomisada por el Estado
revolucionario ante las evidencias legales de ser construida con
bienes mal habido.
Hoy como Hogar Materno asegura que el Programa Materno Infantil en el
Municipio Guamá estabilice sus indicadores en cuanto a las garantías
para que no haya inconvenientes que le resten al noble propósito de
mantener niveles de partos sin el más mínimo riesgo.
¡Habìa que ver el rostro de Oraika Nuñez Bruzòn cuando le sorprendimos
en la entrevista!. Advertía en su emoción que el derecho a la
procreación humana no se le restringe a nadie aún y cuando sus
condiciones naturales no le van a permitir atender al futuro bebé por
sus propias acciones y autonomía personal. Necesitará de la ayuda de
sus familiares y vecinos quienes ya le aseguraron que asumirían esa
empresa.
Este es un simple ejemplo de la integridad con que el Sistema de salud
cubano atiende a este sector vulnerable y que debe ser protegido.
Texto y Fotos: Benigno Rodrìguez Torres.
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