La entrega de tierras ociosas en usufructo parece convertirse en tema
para otra campaña mediática contra Cuba, es la afirmación que hace una
colega cubana del periódico trabajadores que fue publicada el lunes
seis de julio del 2009. Planteaba en esa ocasión que algunas agencias
han recurrido a personajes que piden el anonimato o a
descontextualizar opiniones, citadas en reportaje de la prensa
nacional, para desvirtuar la marcha de este proceso.
El 27 de junio, un cable de ANSA fechado en la Habana afirma que el
asunto "se encalló en la burocracia y no logró, tras nueve meses, su
objetivo de elevar la producción de alimentos y reducir su
importación". "La entrega de tierras cayó en manos de la burocracia:
Las solicitudes tiene que transitar por nueve pasos y si son denegadas
hasta por trece pasos".
Es iluso pensar, hasta para los neófitos, que algún proceso
agropecuario que comienza con la solicitud de tierras podría dar
resultados productivos significativos en sólo nueve meses. Además de
los trámites para obtener la fuente de riqueza que es el suelo, se
necesita prepararlo, sembrarlo y cultivarlo para luego cosechar o en
otros casos, tener animales que aporten leche y carne. Es un proceso
biológico que requiere de tiempo.
Acá en Guamá, la realidad ha demostrado que en nada los trámites
burocráticos han paralizado la intención estatal de aprovechar la
tierra. Más bien, organizaciones no gubernamentales como la ANAP
(Asociación Nacional de Agricultores Pequeños) ha desplegado un serio
trabajo político e ideológico en zonas montañosas preferentemente
donde se concentra el mayor número de tierras no explotadas, para que
la fuerza disponible asuma estas oportunidades.
Es cierto que una de las razones por la cual una minoría haya mostrado
escasa voluntad en aprovechar la tierra es precisamente por los
escasos medios y útiles de trabajo que aún no satisfacen las
exigencias para estos menesteres. De hecho, entre las condiciones que
exige el contrato para hacer valer la resolución 259 que regula este
proceso, es que el interesado debe poseer las herramientas con que
realizará la labranza; de no contar con ellas, no se le procederá a
efectuar el convenio.
Aún no conozco de persona que, reuniendo los parámetros que estipula
la 259, haya sido "peloteado", término despectivo que se utiliza en
Cuba para aludir los efectos negativos del llamado burocratismo. Sí
he escuchado de interesados que han manifestado su inconformidad con
la tierra que se le ha entregado cercano a su lugar de residencia
cuando aclaman por otras que están más alejadas. Se trata de defender
una estrategia de aprovechar la que está mucho más cerca a la fuerza
de trabajo. Y es un sólido argumento que sostienen los funcionarios
del Ministerio de la agricultura para contrarrestar a aquellos que,
sin la mínima cordura de su capacidad de cobertura, ambiciosamente
quieren más de lo que sus posibilidades personales y familiares le
ofrecen.
Es lógico que haya mujeres y hombres que necesiten capacitarse para
explotar al máximo este recurso natural; la agricultura tiene un
sistema para lograrlo, sin excluir a alguien. Sólo habrá falta que se
"engrasen" los factores humanos que conocen sobre el tema y se empleen
en ello.
Este tema de la entrega de tierras ociosas aún es novedoso para sacar
conclusiones. Los cables de agencias capitalistas que tratan de
restarle a lo noble de este propósito, catalogado por ellos mismos
como la tercera reforma agraria cubana, deben sustentarse por los
resultados que ya se cosechan en tierras del municipio Guamá donde,
aunque los niveles de fertilidad son bajos, donde las precipitaciones
lluviosas son escasas, ya es evidente un resultado con cultivos de
ciclos cortos que satisfacen demandas locales. En mercados Estatales
se oferta maíz, calabazas, vegetales como habichuelas y pepino que son
logro de esta voluntad nacional.
No faltan los que, a juicio popular manifiestan: "Hay que ponerse
frente al surco porque, esa disposición es la garantía ante la crisis
que se plantea".
De acuerdo a los controles que se registran en los modelos uno y dos
de estadística de este proceso en la primera etapa, seis mil
quinientas hectáreas están aptas para ser entregadas a la parte
Estatal, mientras que la de los agricultores pequeños alcanza las tres
mil 975 Unidades. Para satisfacción, el ochenta porciento de ellas han
sido ocupadas.
Es un resultado que tiene su materialización gracias a que existe una
voluntad a favor de sacarle a la tierra el máximo, de ahí que en esta
batalla estén involucrados todos los factores de cada Consejo Popular
y, en correspondencia, se chequean los tributos y aprovechamiento de
las potencialidades.
Los invito a que visiten el blog de este redactor de esta parte de la
Sierra Maestra y soliciten información sobre el proceso que se sigue
aquí en la entrega de tierras ociosa. Me tomo la licencia de invitarlo
al : http://coralito-guamo.blogspot .com y obtendrán màs referencia
para que validen si es cierto o no que la "burocracia en Cuba ha
frenado la noble intención de producir màs alimento para el pueblo".
Por: Benigno Rodrìguez Torres.
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