Las lluvias en Guamà han puesto a prueba la capacidad movilizativa de los
vecinos de esta serranía santiaguera en función de minimizar las posibles
perdidas de vidas humanas y materiales.
Obreros de la entidad Forestal, utilizando recursos para talar los
árboles proclives a orillas del río, de ser arrastrado por las aguas y
obstaculizar la obra de fábrica que sirve como alcantarilla, despejaron
estas amenazas y destinaron este recurso como combustible sólido para
las Cocinas de las Unidades Gastronómicas y aquellos comedores obreros
que demandan esta necesidad.
La población en su mayoría ha reaccionado positivamente, aprovecha la
ocasión de riesgo a las intensas lluvias y que el terreno "Afloje" su
dureza, para quitar aquellos árboles que pueden caer como consecuencia de
esta situación.
Otras de las acciones dignas a destacar es el elevado número de personas
que han donado su inmueble para alojar en éste aquellas familias que
viven en lugares vulnerables y que aparecen registradas entres las que
deben evacuarse. El principio de solidaridad humana se ha puesto de
manifiesto y, en tal sentido, esta estrategia de la defensa civil ha
permitido reducir los gastos que anteriormente se empleaban para atender
en centros de evacuación elevados números de personas que demandaban
aseguramientos logísticos considerables.
Una de las garantías que ha disfrutado la población es el hecho que a
partir de la Revolución energética, en el territorio se han instalado
veinte y siete grupos electrógenos que devolvieron la tranquilidad a
quienes, para tiempos como estos, de lluvias intensas, veían interrumpida
la producción de pan, policlínicos que anteriormente limitaban su
servicio al no poseer electricidad, comunidades montañosas que estaban
ajena a las informaciones de los partes meteorológicos por no disponer de
electricidad; sin embargo, hoy la situación muestra una calidad de vida
superior.
Guamà es, por no absolutizar, uno de los municipios de Cuba que mayor
cantidad de ríos tiene. Cuando ocurren fuertes lluvias como las actuales
hace que las incomunicaciones terrestres se incrementen, sin embargo, a
partir de la instalación de una red de microondas con los consultorios
del médico de la familia en las montañas, de enlaces satelitales con
consejos populares a través de la defensa civil; aquella zozobra que se
experimentaba ante situaciones especiales de envergadura ha quedado
eliminada. Sus pobladores ahora tienen mayor confianza. Sólo el hecho
que gracias a que en cincuenta comunidades se han instalado equipamientos
para recibir la señal de televisión, ya sea directa desde nuestras
antenas o por la opciòn de receptores satelitales, permite que los
pobladores, hasta quien no dispone de un televisor en su casa, pueda
acudir a las salas para orientarse e informarse del recorrido de estos
eventos naturales.
Además, existe un centro de gestión para la reducción de riesgos y
catástrofe que permite localizar, gracias a Internet, la posición de los
huracanes, la nubosidad en dónde es más intensa y en donde se pueden
producir con más fuerza. Es que incluso, nosotros los periodistas de
radio Coral también gozamos de estas garantías informativas las veinte y
cuatro horas al poder visualizar en dimensiones que queramos el estado
del tiempo visto desde la posición de un satélite en el espacio
extraterrestre.
Esas garantías no la disfrutaban los guamenses hace siete años atrás y,
destacarla en este espacio es demostrar al mundo que en Cuba los derechos
de preservar al ser humano se ponen por encima de cualquier otro.
De ahí que nunca se ha escatimado el gasto que genera un helicóptero de
las Fuerzas Aéreas Cubanas para trasladar a quienes resulten riesgo de
intervención quirúrgica de envergadura o constituyan riesgo de perder la
vida. Hasta aquí siempre viene los médicos especialistas en brigada
Quirúrgica habilitada para cualquier contingencia.
Eso es velar y cuidar al ser humano.
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