viernes, 28 de octubre de 2011

Rinden tributo a Camilo en Chivirico.



Hoy se rindiò tributo a Camilo  Cienfuegos en Chivirico, pueblo costero del municipio Santiaguero de Guamà.
Hubo un acto publico en el que los niños, adolescentes en representación de cada una de las escuelas primarias y secundarias de la zona cantaron, declamaron y tributaron mensajes de recordación al héroe de Yaguajay como más se le conoce a este hombre extraordinario.

El primer secretario del la Union de Jovenes comunistas en Guamà Yordis Batista tuvo a cargo las palabras centrales del acto en el que refirió, al recordar a Camilo, datos històricos que le caracterizaron como persona y  como guerrillero.

Al conmemorarse este 28 de octubre el aniversario 52 de su desaparición física, el Comandante Camilo Cienfuegos, con su sonrisa a todo rostro y su valor rayano en la épica, continúa siendo el Señor de la Vanguardia...

Hermanados en hazañas y proezas, a pesar de sus diferentes temperamentos, los comandantes Camilo Cienfuegos y Ernesto Che Guevara también coincidieron en octubre para convertirse en banderas de combate y símbolos de intransigencia.


Ambos, a las órdenes del Comandante en Jefe Fidel Castro, jamás titubearon en dar un paso al frente, y así fueron designados como jefes de las dos columnas rebeldes, que en 1958 reeditaron la invasión que Máximo Gómez y Antonio Maceo habían realizado a fines del siglo XIX, desde Oriente hasta Occidente.

En los albores de la Libertad, Camilo tomó la mayor fortaleza militar de la tiranía, el cuartel de Columbia, y Che se hizo cargo de otra no menos pequeña, La Cabaña.

 
El 8 de enero de 1959, al dialogar por primera vez con el pueblo habanero tras culminar la Caravana de la Libertad, Fidel no vaciló, cuando explicaba que en lo adelante todo sería más difícil, en indagar si el pueblo estaba comprendiendo sus palabras, y entre tantos valiosos compañeros a su lado en aquella tribuna de luces, barbas y palomas, sencillamente pronunció una frase convertida en consigna: "¿Voy bien, Camilo…?"

Una amplia sonrisa y un movimiento afirmativo de su juvenil rostro, cubierto de barbas y melenas bajo el sombrero alón, fue suficiente por respuesta al líder de la naciente Revolución Cubana, que tenía en Camilo a uno de sus principales pilares.